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9,45 €"En algún punto de la prisión, alguien gritó. Era un grito largo y penetrante que terminó con un gemido. El grito no penetró en el cerebro de Berner. El teniente estaba echado sobre la burda mesa, con la cabeza apoyada en los brazos. Pensaba en aquellas letras, unas letras grandes y doradas, artÃsticamente enlazadas. ¿PodÃan costarle el regimiento disciplinario? El 37º de ArtillerÃa o el 17º ¿Qué era el llamado regimiento de "infrahombres" de Dortmund? Individuos sobre los que habÃa que escupir. El habÃa despreciado a aquellos elementos criminales, indignos de respirar el mismo aire que los verdaderos soldados, pero dignos o indignos, aspiraba a entrar en los regimientos disciplinarios de Dortmund. Allà habÃa alguna probabilidad. Se mostrarÃa valeroso para dejarlos lo más pronto posible. Rápidamente, una carta al Inspector General de ArtillerÃa y también al Feldmarschall Keitel, el jefe del Ejército, que era artillero. Este no permitirÃa que un teniente de su arma muriese asesinado por unos infrahombres, Se rumoreaba que los miembros de los regimientos disciplinarios eran los encargados de las ejecuciones en Torgau. Este nombre le conmocionó como hubiese podido hacerlo un puño cerrado. ¡Torgau! Dios mÃo, ¿podÃa ser cierto? ¿Estaba verdaderamente en Torgau? El nombre que significaba el infierno, la tortura, la muerte.
Estalló de nuevo en sollozos y se palpó los hombros. SÃ, seguÃa siendo teniente y le fusilarÃan como teniente. Pero él no querÃa morir".